Exportar caracoles a Francia

Exportar caracoles a Francia

Exportar caracoles a Francia

Cualquier helicicultor con algo de experiencia en el rubro, sabe que el mercado francés es el más amplio a nivel mundial; en ese país se consumen por año 50 mil toneladas anuales de caracoles. El tradicional sistema de recogida ya no resulta suficiente para abastecer las necesidades locales, y por ello Francia se vio obligada a importar el producto desde otros países. En este momento, cuando el sector de la cría y venta de moluscos comestibles se encuentra en auge, es una decisión sabia aprovechar la coyuntura y proveer de caracol al mercado francés.

Hay varias razones por las cuales resulta provechoso exportar moluscos a Francia. En primer lugar, las condiciones ecológicas de ciertas regiones de España resultan ideales para el buen desarrollo biológico del molusco. Mientras que en otros países, a pesar de ser grandes exportadores se deben hacer esfuerzos extras para garantizar las condiciones de cría adecuadas, en nuestro país lugares como Galicia o Asturias presentan el suelo y humedad ideales para que se desarrollen los animales.

Por otra parte, la nutrición de los caracoles no suele ser costosa. Se alimentan naturalmente con diversas plantas (rábano forrajero, alcachofa, col, etc.) o por medio de piensos elaborados. Estos pueden ser realizados por el mismo productor, mezclando una serie de harinas, cereales y suplementos. Así, comenzar con el negocio de los caracoles puede no requerir una inversión desmesurada de dinero, y en contrapartida rendir buenas ganancias en poco tiempo. Los expertos aseguran que más que capital, lo que se necesita es tiempo para dedicar a la granja; aparte, si las condiciones naturales del ambiente son favorables no habrá que adquirir sistemas de climatización extra.

Además, en este momento (y al contrario de otros países europeos, donde la actividad cuenta con una trayectoria más antigua) no existe en España ninguna reglamentación sobre la recolección, crianza y venta de caracoles. Por eso el negocio –al menos por ahora- otorga amplia libertad en sus prácticas al helicicultor. Con respecto a la exportación, en este momento es absolutamente legal, y desde Francia se están importando caracoles vivos desde distintos lugares. Así, todos los moluscos comestibles que se críen -siempre que se encuentren en óptimas condiciones- se venden sin ningún problema.

Incluso, según el sistema de cría que se implemente el productor es capaz de abastecer regularmente durante todo el año la demanda del mercado internacional. Y en vistas de que el consumo crece cada vez más, el futuro del negocio se presenta sumamente alentador. Aparte, teniendo en cuenta que los costos se compensan gracias al gran rendimiento económico de las explotaciones, los caracoles se pueden vender a precios competitivos.

 

 

Exportar caracoles a Francia